LA IMPORTANCIA DE LA SALUD MENTAL EN LA
INFANCIA
El bienestar emocional es sin duda, la principal
herramienta para enfrentar la vida de manera asertiva en los diferentes
momentos del ciclo vital del ser humano y, en el caso de la infancia, también
para el desarrollo sano. En todo el mundo se reconoce esta importancia y se
implementan cada día estrategias para identificar y tratar las diferentes
situaciones que pueden afectar el desarrollo emocional adecuado. A pesar de que
sin duda este intento es valioso, no se
ha puesto en perspectiva la gran importancia de la identificación en la
infancia temprana, de aquellas situaciones que podrían marcar la gran
diferencia entre llevar una vida plena, apacible y emocionalmente satisfactoria
o vivir atormentado y navegando entre la angustia y la desesperación.
La Asociación Mundial de Psicología y Psiquiatría
del lactante propone especial atención al bienestar emocional desde el
nacimiento hacia los 3 años en vista de que, en este período, las bases de la personalidad y su
organización se han cimentado: de esta manera todo lo que ocurra en estos años
será decisivo para el resto de la vida.
Es importante señalar el hecho de que, hasta hace
poco, se consideraba que los problemas emocionales comenzaban después de la
infancia: hoy sabemos que muchos de estos inician en los primeros años
de vida. Aún en países desarrollados, se sabe que 1 de cada
10 niños sufren de un problema emocional suficientemente importante como para
ocasionar algún grado de alteración
en su funcionamiento en
general y 1 de cada 5
niños reciben tratamiento: estas cifras
tal vez relacionadas con el estudio de uno de los problemas más
frecuentes en el neurodesarrollo de la infancia, como es el trastorno por déficit
de atención e hiperactividad (TDAH). No se puede olvidar, como alguna vez
escribió Erik Erikson entre otros que, si no resuelven los dilemas emocionales
en ciertos momentos del ciclo vital, estos se sumaran a los siguientes y en
consecuencia encontraremos un adulto lleno de problemas no resueltos y con un
aparato psíquico con pobres sistemas de alternativas para el razonamiento
enfocado en soluciones: para mas señas, y en términos populares, su interacción con su entorno estará lleno de
conductas llamadas “neuróticas”.
Se sabe, por medio del conocimiento empírico y por estudios científicamente
sólidos, que lo que ocurre en los primeros años de vida es decisivo para los
seres humanos tanto en aspectos de salud física, psicológica y social: bajo
esta perspectiva sería muy razonable poner atención en sistemas eficientes y multidisciplinarios
de atención que permitan la identificación y tratamiento de aquellas
situaciones en la infancia temprana que pueden tener una repercusión
importante. Es necesario entonces, sensibilizar a las personas encargadas de
los cuidados del infante incluyendo el ambiente escolar, los padres, personas cercanas al niño y al contexto sociocultural en el que se
desarrolla e insistir en lo decisivo que puede ser la identificación y tratamiento en etapas tempranas de
problemas emocionales. Esta tarea puede llevarse a cabo solamente si existe un
trabajo multidisciplinario y humano, así como una apertura al conocimiento.
Obstáculos para conseguir la salud mental en la
infancia.
Falta de Información
Desafortunadamente en
muchos países, especialmente los que no tienen alternativas de desarrollo y los
que se encuentran en este proceso, existe poca información acerca de la
importancia de la salud mental en la infancia y asumen, si es que se percatan
de ello, que algunas conductas pueden obedecer al “carácter del niño” o “que lo
ha heredado” –y por lo tanto no se debe tratar- o que es parte del desarrollo
normal y con el tiempo desaparecerá. Asimismo, las fuentes de información
acerca de la salud mental en las comunidades urbanas y rurales son escasas y,
en los lugares sin medios de
comunicación, podríamos decir nula. Cuando un niño es llevado a un sistema de
salud donde puedan tratarse correctamente, generalmente ya han consultado
diversos medios de atención, muchos de ellos no profesionales. Al ser evaluados
por el sistema adecuado de salud mental se encuentran problemas crónicos y
consecuencias en entorno familiar, social y escolar.
Pobreza
Influye tanto en el desarrollo infantil como en su
capacidad de adaptación. La pobreza, el acceso restringido a los requerimientos
básicos de bienestar, a los servicios urbanos y de salud, todos ellos no solo
influyen en la salud, nutrición, etc., sino que igualmente en el tipo y calidad
de las interacciones con los padres.
Prematurez y enfermedades
Las dificultades y problemas biológicos secundarios al
nacimiento prematuro o al padecimiento de alguna enfermedad, van a impactar en
el tipo de relación temprana que se instala con los padres, quienes iniciarán las
relaciones tempranas con el bebé con serias exigencias dado el estado físico y emocional
de su recién nacido. Las hospitalizaciones menores de una semana generalmente
no causan efecto alguno en el bebé, a menos que sean eventos frecuentes,
obviamente no ocurre lo mismo con las estancias prolongadas o enfermedades graves.
Las limitaciones físicas en el recién nacido aumentan la dificultad de una
fácil "sintonía afectiva", entre el bebé y sus padres. Será
fundamental la intervención del clínico en salud mental infantil en este
proceso, para prevenir secuelas en el bebé, los padres y en la relación de
ambos.
Parentalidad adolescente
Con alta frecuencia en muchos países como el nuestro,
son un alto riesgo para conseguir un adecuado desarrollo del bebé y los padres.
Se ha observado que ambos enfrentan a mediano y largo plazo dificultades
psicológicas, sociales y económicas. Los factores de protección identificados
son, especialmente de parte de la madre, su capacidad de “resilince” (o
capacidad de resolver y soportar la adversidad emocional) y su soporte social.
No olvidemos que, muchas familias Mexicanas son extensas y, aunque muchas veces
con actos de intromisión e invasión de la vida privada, soportan gran parte de
la carga de la madre adolescente.
Enfermedad mental parental
Es una limitante importante ya que no posibilita una
relación parental "suficientemente buena" para el lactante. Estudios
referentes a la depresión, esquizofrenia, adicciones y trastornos de la
alimentación, muestran que las madres no pueden reconocer las necesidades
fisiológicas de su bebé, y responden principalmente a sus temores
reflejándose en el tipo de maternaje.
Padres adictos
En México el alcoholismo representa un problema
realmente serio así como la muerte por cirrosis en la población masculina
joven. Asimismo, se ha observado la tendencia al incremento del uso de cocaína
en los sectores pobres. Con mecanismos fisiológicos y conductuales que pueden
afectar al niño directamente (prenatal) e indirectamente (postnatal), a corto y
largo plazo, son un serio factor de riesgo. De aquí la necesidad de un trabajo
estrecho entre los especialistas en adicciones, salud mental infantil,
educadores y padres de familia.
Maltrato
Existen muchas opiniones al respecto, argumentos,
experiencias y anécdotas que intentan racionalizar y hasta minimizar el
problema; lo cierto es que actualmente existe suficiente evidencia, tanto en
modelos experimentales en animales como en el propio ser humano, de que los
golpes y otras agresiones físicas o verbales (no importa cuál sea su intensidad
y frecuencia) provocan daños emocionales importantes en los niños a cualquier
edad, pero sobre todo en los primeros años de vida. Muchos padres y personas
relacionadas con el cuidado de los infantes consideran alguna forma de
violencia necesaria en la educación; sin embargo, con frecuencia sólo se
consigue generar miedo como un factor en la relación de padres e hijos, no
promueve el desarrollo positivo e incrementan la posibilidad de problemas de
conducta. Asimismo, los niños aprenden que el
ejercicio de la violencia es una manera de resolver los problemas.
Una de las formas de maltrato que se ha identificado desde hace muchos
años con el desarrollo de problemas emocionales en los niños y posteriormente
en los adultos es el abuso sexual, principalmente en menores de seis años. Frecuentemente
el abusador es parte del entorno próximo de los niños como los propios padres,
padrastros, familiares, amistades, y el estos eventos desafortunados no son denunciados.
ESTRATEGIAS PARA CONSEGUIR LA SALUD MENTAL EN
LOS NIÑOS.
I.
Implementar que
los futuros padres y familiares que tengan problemas mentales, reciban consejo
genético –recordemos que muchos problemas mentales pueden heredarse- con las
consideraciones humanas, éticas y morales correspondientes.
II.
Intentar mejorar
las condiciones socio-económicas de la población en lo posible.
III.
Promover la
información acerca de la salud mental en las diferentes etapas del desarrollo
incluyendo la infancia.
IV.
Considerar la
evaluación y, cuando así se requiera el tratamiento de las personas encargadas
del cuidado de los niños.
V.
Trabajar con
programas que intenten mejorar la calidad de vida del niño así como los
factores que repercutan de manera negativa como la pobreza, paternidad
adolescente, maltrato físico, la salud mental de los padres considerando también
las adicciones.
VI.
Promover y
mejorar la calidad de vida en el cuidado de los niños generando entonces
experiencias positivas.
VII.
Identificar y
tratar los problemas emocionales y de
conducta en los niños así como minimizar los efectos negativos asociados por
medio de un manejo multidisciplinario.
VIII.
Fortalecer la
intervención y asesoría psicológica en las escuelas o guarderías para la
intervención temprana de los problemas.
IX.
Fortalecer de
manera positiva las relaciones de los
niños con los cuidadores, entorno escolar y familia.
X.
Mejorar el
entrenamiento de los profesionales de la salud en la atención del niño.
La educación proactiva en el manejo de problemas de conducta
El
abordaje proactivo en
la educación de
los niños considera
algunos problemas de conducta
como una situación
natural en el desarrollo y
observa los problemas
de comportamiento como
una oportunidad para
guiar y ayudar
al niño a
entender formas más
maduras para obtener lo que desean; de esta manera, se
pretende el manejo de problemas
de conducta de manera
preventiva y se le ofrece al niño alternativas
ante los conflictos comunes. Con esta perspectiva,
se fomenta un
desarrollo óptimo tanto en aspectos emocionales como
aquellos relacionados con
el entorno social
y relaciones con los padres.
Es natural en los niños ser impulsivos y tener poca
tolerancia a la frustración, sin embargo, de la manera como se enfrenten
esta situaciones por las
personas que están en contacto
con ellos dependerá en
gran medida la
forma de resolver conflictos en las siguientes etapas su
vida. Es por lo anterior de suma importancia, considerar este esquema en la
educación de los niños en los diferentes escenarios que incluyen los centros de
educación, el medio ambiente y el hogar. Actualmente, en muchos países, se
cuenta con expertos en Psiquiatría y Psicología de la niñez y adolescencia
aunque estos, sin duda, sean insuficientes y su alcance geográfico corto.
La atención
en la salud mental en la infancia no puede esperar: En alguna parte del mundo y
en este momento, se dibuja una sonrisa o se atrapa una emoción de alegría en un
niño, mientras que en otro aparecen lagrimas y confusión. La poeta Chilena
Gabriela Mistral lo ha descrito de esta manera:
Many
things can wait,
Childrens
cannot,
Now is
the time
His
blood is been forming,
His
bones are being made,
His
mind is been developed,
To him,
we cannot say tomorrow,
His
name is today.
Dr. Arturo Morlet Barjau
Referencias:
World Health
Organization.
Atlas:
child and adolescent mental health resources: global concerns, implications for
the future, 2005
World Health
Organization.
Caring
for children and adolescents with mental disorders : setting WHO directions,
2003
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